Ya veo la nieve que vuela plácida por la brisa suave de la noche, ya veo el paisaje, el pueblo de montaña blanco, un silencio que lleva incorporado la música en la paz de todos los consensos… Recuerdo que esperaba a finales de noviembre para construir mi pesebre, y lo hacía con los troncos de leña para la chimenea, construía un pueblo de montaña y el toque final siempre era una lluvia de harina, a modo de nieve, a modo de paz y de bien…
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