Tu presencia llena de laurel mi estancia,
y hace que brille una luz especial,
con vivos reflejos de otros cielos, de otros soles.
Incluso sin ti, se respira el aire de tus cosas,
un orden y un gusto exquisito...
por cada objeto, por cada detalle,
por cada aroma que siempre da constancia
de ese ser único, excepcional, que eres tú,
...todo un amor de criatura.
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