No sé si salió de la fragua de Vulcano...
o fue una estrella fugaz que el sol fulminó en un ataque de celos,
el caso es que se presentó junto al amanecer,
con un brillo intenso, entre angelical y diabólico,
pero arrebatador, como para convencer...
al personal ávido de que se le amplíen los espectros.
Luz, mucha luz, entre angelical y diabólica, divina, cegadora…
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