Las palomas no te llevan mis mensajes,
el tam tam de mi selva interior es inaudible,
los vientos soplan en dirección contraria,
y hasta las lluvias que solían propiciar los diálogos,
van llenas de barros, que les quitan precisión a los lamentos.
Nada te llega de mi, no tengo medio natural
que, cual trueno después del peligro de la luz,
arrase tu alma incrédula y cruel…
Soy una víctima de ti y tu indiferencia,
soy, simplemente, un buscador de mañanas sin ti,
soy aquel perdido que no encuentra el sentido a los sentidos...
y casi es feliz en el abismo, porque ya no hay un más abajo,
soy.... bueno, mejor era, ahora nada.
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