Sus ojos dijeron sí,
primero fue un indicio,
un preámbulo,
casi una premonición,
se hizo la luz,
se iluminó el entorno.
Hasta ahora, había sido...
una intermitencia de esperanza,
pero... de pronto,
regresó la primavera
y el amanecer vistió de resplandor
las hojas con rocíos de colores.
Sus ojos dijeron sí,
llovieron cielos,
y mi alma respiró en azules…
Cuando se siente amor, siempre parece que describimos el primero. Un acierto total. He releído porque he disfrutado con su lectura. Prometo que habré de volver para seguir descubriendo su manera de contar. Con su permiso, me llevaré el link para estar al tanto.
ResponEliminaEncantada de haberle encontrado. Saludos cordialea. Franziska