Vamos, andemos un poco más,
hasta llegar al banco de piedra que hay frente a la fuente.
Allí podemos hablar de los futuros,
de los ayeres, incluso del ahora más cercano…
Puedo contarte de lo hermosa que era mi esperanza,
de la ilusión de tu presencia,
del vuelo de mi alma hacia la plenitud cuando te cogía de la mano
...y me emocionaba al ver que temblaba de gozo.
Vamos que ya llegamos…
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