Ando solo... En la barca, un pescador arreglando una luz, un niño pequeño juega entre los amarres, lo veo tropezando y en el agua, el hombre, a su trabajo, y el niño a lo suyo, intentando llamar la atención, y yo a lo mío, a observar y a pensar libremente, que yo no estaría tan tranquilo, pues el chavalín apenas tiene tres años y puede caerse fácilmente, pero nada, sigo... aquí los cormoranes, allá los yates de los ricos, gente caminando…
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