Pese al vientecillo, esto es una balsa, subimos al primer piso para contemplar la primera sorpresa... las listas saltan como en el Delta del Ebro, luego se acerca a los islotes que hay a lo largo del recorrido, algo como para el sueño bucólico del poeta. Fotos de todas clases, y la barca, cual señora de buen ver, se contonea suave y la gente respira y contempla la belleza de un mar que no por ser menor es menos hermoso ¿verdad?
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