Pàgines

dilluns, 15 de febrer del 2016

Ingenuo de mí...

Aquella vez que puse mi mano en tu pelo,
como buscando un otro algo que no había encontrado,
cuando en realidad estabas allí, y para mi,
y pese al reverso de mis dedos agraciados con algunos vellos,
que acarician bien por tu mejilla más condescendiente que nunca.
Te vi entregada y complaciente, y complacida, firme y segura.
Y yo, ingenuo de mí, buscando entre la cascada de azabaches,
los misterios que ya no existían ni por asomo.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada