Ven, siéntate conmigo en la hierba,
debajo de una encina experta,
que contempló a millares de amantes
que salieron de las noches sin luna
para retozarse a la luz de sus ojos…
Ven y trae un mantel grande,
que quepamos los dos,
y yo traigo unas cerezas y unas uvas,
y confundimos tus labios con las frutas,
y endulzamos, aún más, los besos dulces,
y bebemos natural la vida,
y hacemos de todos los excesos...
los más sanos procederes.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada